Lo que echo de menos

Hace unas semanas hablaba con un amigo sobre lo que más echaríamos de menos si tuvieramos que ir a vivir a otro país, el, práctico como ninguno, señaló que lo que más echaría en falta sería el idioma y yo, melancólica y poética como ninguna me decanté por los olores.
Los olores perduran para siempre en nuestra memoria.El olor de la panadería de delante de casa, el olor del jabón que usaba mamá, el olor de la comida de mamá, el olor de las clases a las 8 de la mañana....El olor de la discoteca del viernes, el olor del chico que conociste, los olores íntimos....Todos ellos se te quedan en la cabeza olvidados asta que un día los vuelves a encontrar y recuerdas no sólo un olor o una fragancia sino miles de cosas que te pasaron en algún momento.
Yo tengo muchos olores grabados en la memoria, de algunos intento olvidarme, de otros ya lo hice (hasta que vuelvan a aparecer) y otros no los quiero olvidar ni dejar de tenerlos cerca.
Sin embargo, echar de menos una fragancia aveces es doloroso, es como cuando te reencuentras con aquella persona que tanto quieres, la abrazas, la besas, la acaricias pero sin embargo el acto reflejo de olerla es el que sin duda o por lo menos a mi, me termina de llenar y de satisface. Ese olor que tanto as echado de menos, que as buscado por infinidad de lugares ahora lo tienes junto a ti, su colonia....su aliento....su cuello y todos los rincones de su cuerpo desprenden ese olor tan extremadamente personal y que tanto adoras y añoras cuando no esta cerca porque es imposible de olvidar, el olor del amor, de tu amor, el olor del acto de amor....